miércoles, 15 de abril de 2009

La Relajación


Aunque la relajación parezca pasiva, la relajación profunda después de una serie de yoga es, sin duda, activa. Estamos más centrados y nos volvemos más sensibles a los patrones de energía en la vida. Durante la relajación profunda ocurren muchos cambios bioquímicos y energéticos conforme se asimilan los efectos de la práctica dentro de la psique y el cuerpo. Es en este momento que se altera el equilibrio glandular en la sangre y se altera el funcionamiento del cerebro. Es muy importante dar el tiempo y el espacio para que estos cambios ocurran. Dedicar tiempo para la relajación profunda, afirma tu confianza en la sabiduría innata del cuerpo para auto curarse y regenerarse.

Una mente meditativa va de la mano con una mente relajada. La práctica de la relajación mejorará tu meditación y la práctica de la meditación te enseñará a relajarte. El flujo natural de una práctica seguida de una relajación profunda y finalizada con la meditación le dará el equilibrio perfecto de energía al cuerpo y a la mente.

La relajación profunda se construye, no te desanimes si al inicio sientes tensión en el cuerpo, poco a poco este se irá soltando y lograrás entrar en estados de relajación más y más profundos. La toma de conciencia es el primer paso. Estás aprendiendo a procesar la tensión, que es la reacción natural del cuerpo a situaciones estresantes. Conforme profundices tu práctica estarás más consciente de la tensión mental y física y te irás relajando consciente e inmediatamente.

Relajándose "en el momento"

El ingrediente esencial de esta receta para manejar el estrés es la respiración. En una situación de estrés, tal vez desearías retirarte a un lugar privado para hacer respiraciones profundas. Sin necesidad de hacer esto puedes llevar tu tensión a un plano consciente y relajarte de igual manera como lo haces en tu rutina de yoga. Usa visualizaciones que te funcionen, por ejemplo visualiza la energía de luz al inhalar profundo y la liberación del estrés en la exhalación. Enfócate y escucha tu respiración.

En el auto puedes hacer algunas respiraciones profundas antes de conducir y decir una afirmación positiva al girar la llave del encendido. También puedes tararear música relajante y si necesitas liberar tensión canta con tu música favorita tan fuerte como puedas.

En la oficina, escribe con las yemas de los dedos, no con las puntas (esto protege su sensibilidad y las áreas del cerebro a las que envían reflejos). Levántate cada tanto y estírate hasta los pies. Respira profundo y déjate colgar hacia adelante o recárgate en el escritorio y estírate. No olvides mantener tu cuerpo hidratado, bebe suficiente agua durante el día y pon especial atención a esto si te sientes cansado o deprimido. Al menos una vez al día aléjate de la computadora y come fruta. Lávate la cara, la nuca y las manos con agua fría, esto protegerá tu sistema nervioso de los efectos del campo magnético de la computadora.

¡No olvides que la relajación profunda se construye poco a poco, toma conciencia y respira!



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