La ciencia de la respiración

Pranayama

Pranayama es la ciencia de la respiración, la administración de la energía, el control del movimiento del prana (fuerza vital) por medio del uso de técnicas de respiración. Como practicante de Kundalini Yoga empleas una gama amplia de técnicas de pranayama, usando el ritmo y la profundidad de la respiración para efectuar y administrar diferentes estados energéticos de salud, conciencia y emoción.

La mente sigue a la respiración. La clave para controlar la mente está en controlar la respiración. La maestría de la respiración es una base para fomentar la salud y la vitalidad, abrir el rango y la creatividad de las emociones, controlar los estados de ánimo, desarrollar la concentración y promover un sentimiento de conexión. En Kundalini Yoga se examina y rompe el hábito de ignorar la respiración. Se piensa acerca de la respiración en términos más amplios que un simple respiro. Se considera que la respiración y sus movimientos están conectados a los movimientos de todas las emociones y pensamientos. La respiración y la palabra se relacionan íntimamente. Forman la plataforma de la cual todas las cosas se inician, y amoldan la forma y la dirección de la vida de uno. Si podemos controlar el patrón conscientemente podremos dirigir creativamente nuestras vidas y nuestros potenciales.


Recordando cómo debemos respirar...

Mucha gente aprende a respirar al revés: contraen el estómago hacia adentro al inhalar reduciendo el espacio para la respiración en vez de expandirlo. Las personas que frecuentemente están ansiosas o fuman tienden a este patrón. Sin embargo, probablemente la cosa más importante que un estudiante aprenderá al practicar Kundalini Yoga será cómo respirar correctamente. En la respiración correcta, simple y natural, el punto del ombligo se mueve hacia afuera en la inhalación, permitiéndonos llevar el aire a la parte baja de los pulmones y usarlos a su mayor capacidad, para luego llenar la parte media y por último la parte superior. En la exhalación primero se elimina el aire de la parte superior de los pulmones, luego en la parte media y finalmente en la parte baja jalando el punto del ombligo hacia adentro y hacia arriba. De esta forma utilizamos toda nuestra capacidad pulmonar.