Esta respiración debe ser realizada de manera rápida, rítmica y continua. El volumen de aire debe ser el mismo tanto en la inhalación como en la exhalación y es practicada a través de las fosas nasales con la boca cerrada (a menos que se indique lo contrario). En la exhalación el aire es expulsado poderosamente por la nariz al presionar el punto del ombligo y el plexo solar hacia la columna. En la inhalación el aire ingresa de manera pasiva y automática. Es importante mantener el pecho, las manos, los pies, la cara y el abdomen relajados.
Existen restricciones para hacer la respiración de fuego durante el embarazo y la menstruación. ¡Consulta con tu instructor!
- Purifica la sangre y expulsa las toxinas de los pulmones.
- Fortalece el sistema nervioso.
- Expande la capacidad pulmonar e incrementa la fuerza vital.
- Equilibra el sistema nervioso simpático y parasimpático.
- Fortalece el punto del ombligo.
- Incrementa la resistencia física.
- Reduce los impulsos adictivos.
- Incrementa el reparto de oxigeno al cerebro, facilitando un estado mental enfocado y neutral.
- Estimula el sistema inmunológico.